Tu y yo durmiendo con los enemigos dos seres que
jamás hemos querido, los dos saciando un bendito
capricho donde somos masoquistas por no volver
a nuestros nidos.
Desnúdate al paso mi reina y solo ámame que el
secreto permanezca en un cuarto de hotel; te aseguro
que esos tontos no van a entender, que si le somos
infieles es por un gran querer.
Así con cautela despacio solo ámame que si nos coge
la noche, yo me inventare una excusa bien tramada
ella me lo cree y tu di otra mentirita al idiota aquel.
Quítate la ropa lentamente hoy quiero amanecer contigo